PROTECCION DEL AMBIENTE

PROTECCION DEL AMBIENTE

domingo, 10 de julio de 2011

ETIQUERTADO ECOLOGICO

Existen varios instrumentos que pretenden reducir los efectos ambientales de los productos durante su ciclo de vida, todos ellos promovidos por la Política Integrada de Producto (PPI). La PPI se centra en las decisiones tomadas en cada una de las fases del producto, desde la extracción de materias primas, producción, distribución, utilización hasta la gestión de residuos, y en los puntos de mejora en cada una de ellas, especialmente en el diseño ecológico de los productos, la elección informada del consumidor y en los precios del producto. Para incrementar la demanda ecológica es imprescindible que los consumidores tengan un fácil acceso a la información de las características ambientales de los productos, y esto se consigue a través del etiquetado del producto.
Hay que diferenciar entre las libres declaraciones del fabricante, que llevan en algunas ocasiones a información confusa. Términos y expresiones como “eco”-, “natural”, “producto ecológico”, “verde”, “no contamina”, “amigo de la naturaleza”, etc. Y las ecoetiquetas o certificaciones de tercera parte reconocidas, por las que el consumidor tiene la certeza de que el producto o servicio ha sido evaluado durante todo su ciclo de vida y controlado por un organismo independiente, que certifica que cumple los requisitos ambientales exigidos.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha desarrollado diferentes opciones de etiquetado ecológico:
  • ISO tipo I: etiquetas verificadas por terceros, como la Etiqueta Ecológica Europea. Su obtención está condicionada a disponer de un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) y de una certificación de los datos realizada por un organismo independiente.
  • ISO tipo II: las declaraciones medioambientales y las declaraciones del propio fabricante. La Comisión utiliza directrices para la elaboración y evaluación de las declaraciones medioambientales del fabricante, dirigidas a los fabricantes o distribuidores, basándose en la norma ISO 14021:1999, para evitar las afirmaciones engañosas y favorecer las correctas. No necesitan un Análisis del Ciclo de Vida del producto y tampoco es necesario la certificación de un organismo independiente.
  • ISO tipo III: declaraciones medioambientales sobre productos, en la que no es necesaria la certificación de un organismo independiente, pero disponen de un Análisis de Ciclo de Vida parcial.

Objetivos

Los principales objetivos que el etiquetado ecológico permite alcanzar son los siguientes:
  • Facilitar con exactitud y veracidad información ambiental sobre los productos, que ayuda a mejorar la capacidad de selección de los consumidores. Y al mismo tiempo sensibilizar a los mismos sobre los impactos que los productos ocasionan al medio.
  • Mejorar las ventas y/ o la imagen de un producto. En base a lo anterior, en función de la sensibilización del consumidor, se mejora la imagen de un producto, y en función de la capacidad de selección se mejoran las ventas.
  • Inculca a los fabricantes y diseñadores de productos y servicios, el sentimiento de corresponsabilidad. El etiquetado ecológico inducirá a los responsables de la actividad a incorporar las consideraciones medioambientales al proceso productivo o de desarrollo.
  • Como instrumento correctivo, el etiquetado ecológico favorece la defensa y la protección del medio ambiente.

Dificultades y fortalezas

Los sectores clave implicados en la implantación de ecoetiquetas son los consumidores, la administración, y las empresas, por lo tanto un aspecto fundamental es el intercambio de información sobre ecoproductos entre dichos sectores. En primer lugar, la sensibilidad ambiental de los consumidores favorece el incremento de la demanda de productos ecológicos. Por otro lado, la administración debe promocionar los productos con ecoetiqueta, ya sea mediante instrumentos económicos (subsidios, ayudas) o publicidad, porque favorecen la disminución del impacto ambiental global. En este contexto sería importante hacer referencia a la modificación introducida en el nuevo Reglamento Europeo sobre Etiqueta Ecológica Europea, por la que se favorece a las pequeñas y medianas empresas (PYME) y a los países en desarrollo, disminuyendo el canon para la solicitud de la ecoetiqueta. Y por último, las empresas han de valorar que el medio ambiente es un factor de competitividad, y la ecoetiqueta un elemento diferenciador del producto, lo que les repercutirá en importantes beneficios como puede ser la reducción de la utilización de recursos y energía, el aumento de las ventas y una valoración positiva por parte de la sociedad.
Los principales motivos de la no aceptación del ecoetiquetado son las dificultades técnicas y económicas del sistema: elevados costes en el proceso de implantación, obtención y tramitación, lentitud de los procesos administrativos y dificultades técnicas en el cumplimiento de los requisitos necesarios para su obtención.

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